Primavera perfecta

 

 Es fácil descansar en casa. Ignorar el resto del mundo. Crecer por dentro, para uno mismo.

El pensamiento tiene ese poder. Esa gracia. La de estar por encima de él. 

Envolviéndolo. Sometiéndolo. Convirtiéndolo en símbolo.


No puedo decir que quiera estar en ninguna otra parte. Cada vez quiero estar más aquí.

En la primavera de mi vida. Me estoy descubriendo, como nunca antes.


La vida es el más bello de los sueños.


Oirás decir que hay excusas mejores que otras, entre todas las que tenemos 

 para no ser diferentes, mejores. Es una vergonzosa mentira. 

No hay excusas mejores que otras. 

No hay vida teórica.


Si algún día lees a Emerson, o Whitman, o Tagore y te sientes parte de él, 

de lo que dice y de lo que no, de cómo lo dice, 

si te vas haciendo amigo de sus palabras, 

acercándote sin miedo a su corazón (al tuyo), 

creo que sabrás comprenderme.


No tengo quejas de lo importante. Debo reconocerlo.

Soy pleno y suficiente como soy.

Todo soy también yo.


La vida es el bien de los hombres, a pesar de sus torpes intentos por destruirla.

Es por desconocimiento. La extrañeza es la violencia.  

No busques la clave lejos del amor.


Me reconozco pequeño y frágil. No reniego de mí mismo, del misterio de mi humanidad 

 y busco el sentido de mi vida. Pero no dudo de él. Otros más grandes 

pueden hacerse pequeños de repente.


Es bueno curtir el carácter en la serenidad de la tolerancia. 

Reconocer todo lo que no sabemos, acaso cada vez mayor. 

El abismo no sólo es por dentro.


No sé la suerte que tengo de estar aquí, escribiendo estas palabras para ti. 

Seas quien seas. Me siento protegido por un sortilegio de amor. 

Caminando a una paz desconocida, pero siempre deseada.

Quizá eso es lo que querían decir los que hablaban de justicia, 

cuando empezamos a civilizarnos.

 



Comentarios

Entradas populares de este blog

Aurora

Mênis